jueves, 12 de septiembre de 2013

Los 10 gestos de mi "eco-familia"

No suelo tocar temas personales en el blog pero voy a hacer una excepción. En verano, uno vuelve a casa y se da cuenta de que ha echado de menos a la familia (hogar, dulce hogar). No me pondré demasiado sentimental y me limitaré a enumerar los 10 hábitos ecológicos que he observado durante estas vacaciones en la casa que mi familia compró hace dos años cerca del centro de Toulouse (Francia).

Cualquiera puede imitarlos para una mayor sostenibilidad en el hogar, un mayor ahorro y un estilo de vida que personalmente me propongo como meta.

1. Huerto en casa


Tenemos un huerto en el jardín para el consumo propio de frutas y verduras. No hace falta contar con un gran espacio pero sí tener paciencia y dedicación. Ni que decir tiene que merece la pena porque además de ser un pasatiempo, es la mejor forma de tener una alimentación rica y saludable a bajo coste.


En el jardin,  casi todo es comestible o tiene alguna utilidad: hierbas para la infusión, lavanda para el armario, y por supuesto una variedad de frutas y verduras de temporada.


2. Remedios caseros para el jardín

¡Qué complicado es mantener las babosas alejadas de las apetitosas lechugas del huerto y poner fin a las plagas de pulgones invasores! En Internet abundan los consejos para combatir a estos intrusos sin tener que comprar productos químicos y dañinos.
En mi casa, tras averiguar que a las babosas les va la marcha tanto como al hombre, han decido colocar vasos con cerveza alrededor de las lechugas, unas "cañas-trampa" que parecen tener éxito. He podido comprobar que estos animales rampantes se tiran de cabeza. Contra los pulgones, es posible comprar o conseguir mariquitas que disfrutarán del festín.

3. Compostaje doméstico

Acumulados en un rincón del jardín de casa, los residuos orgánicos se convierten paulatinamente en abono orgánico para las plantas. Un uso inteligente de los restos de alimentos de cada día. Un vertedero ecológico en toda regla.

(Pequeño manual para el compostaje doméstico, aquí.)

4. Recuperación de agua 

Debajo de las goteras, dos contenedores sirven para recuperar el agua cuando llueve. De esta manera, en días de solera, el agua acumulada se utiliza para regar las plantas ahorrando en el consumo de agua potable.

5. Reciclaje 

Como en la mayoría de los hogares, se recicla el papel, el vidrio y los envases de plástico.

6. Segunda mano

Muchos muebles de la casa son de segunda mano, comprados en Internet o encontrados en la calle. Algunos necesitan un retoque de pintura. Sin duda, tienen mayor encanto que los de IKEA y se diferencian de los que todo el mundo suele tener en casa.

7. Tela en vez de papel

Puede parecer una tontería pero usar servietas de tela en vez de papel disminuye la cantidad de residuos y por lo tanto la contaminación. Es preferible no usar toallitas desmaquilladoras o limpiadoras desechables porque son altamente contaminantes. Esta lógica puede aplicarse a la mayoría de los objetos cotidianos: es preferible que no sean de usar y tirar.

8. Cooperativas y grupos de consumo

Cada vez es más sencillo participar en cooperativas y grupos de consumo para comer sano y respaldar el trabajo de pequeños agricultores y ganaderos. Algunas cooperativas permiten a los clientes acudir a la granja donde se crían los animales como ha tenido oportunidad de hacerlo mi familia. Es aún más fiable que una etiqueta, label o certificado. En la ciudad, suele haber también mercados de alimentación ecológica en los que participan agricultores de las afueras.

9. La bici 

¡Verano Azul todo el año! 
Es obvio el ahorro económico que supone no tener un vehículo."Con la bici a todas partes " es el lema medioambiental al que adhiere cada vez más gente. No todas las ciudades ofrecen facilidades para los ciclistas pero siempre cabe esta posibilidad. El cuerpo, además del bolsillo, agradecerá este hábito deportista.




10. El boicot 

Es misión imposible boicotear todas las marcas de multinacionales o empresas cuyas prácticas no apoyamos pero sí se puede evitar las peores haciendo una selección. Recuerdo que en casa, teníamos una lista de marcas "prohíbidas" colgada en la nevera. Los motivos para el boicot de una empresa son varios: el no respeto del medioambiente, el trato a los trabajadores, la acumulación excesiva de riqueza, el trabajo infantil etc.

Las vacaciones se acaban. Regreso a Madrid con estos hábitos en mente y de un humor parecido al de ET y su célebre nostalgia de casa. 



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